Cómo aprender fácilmente karate en diez lecciones

Cómo aprender fácilmente karate en diez lecciones
Mi verdad puede no ser tu verdad
Bruce Lee

Primera Lección

C.W. Nicol llegó con la idea de estudiar Karate y obtener su cinta negra lo antes posible. Esta era su meta. Una mañana llegó al “Dojo” de Karate Do Shotokan y habló con el sensei Takagi y le preguntó: ¿Cuánto tiempo me tomaría obtener una cinta negra? Takagi sensei alzó la mirada, se puso de pie y abrió un armario, de él sacó una flamante cinta negra. ¿Quieres esto? y le arrojó la cinta a Nicol. Luego dijo: tome esta cinta, ya la tine, ahora regrese usted a su país. Nicol avergonzado recibió así una gran lección, su primera lección.

Segunda Lección

¿Es obtener una cinta negra o el conocimiento lo que en verdad nos interesa? ¿Cuál es la idea de llegar a la cima en el menor tiempo posible? ¿Cuál es esa cima?
Ni siquiera la muerte es el fin de nosotros; la muerte es tan sólo despojarnos de este cuerpo que nos dieron y dejarlo aquí abandonado como a un auto sin gasolina para continuar adelante con la energía.
Entonces, porqué empeñarnos como artistas marciales o artistas plásticos en tener de la noche a la mañana cintas negras, reconocimientos, premios, galardones, diplomas y trofeos.
Llegar a ese tipo de cimas es muy fácil y mas alentados por los falsos maestros y los adoradores del dios dinero. ¿Pero qué hacemos luego ahí sin bases, pretendiendo codearnos de “tú a tú” con quienes sí son en verdad maestros y cinturones negros? Muchas galerias de arte, críticos y curadores elevan el rango de sus artistas en un abrir y cerrar de ojos, dedican a estos seres encegueciéndolos y haciéndoles un gran daño, ya que sólo el tiempo, el estudio, la investigación, la lectura y el trabajo duro son las cosas que forman al artista; es el hacer del trabajo artístico diario un ritual para crecer día a día, claro está unido al talento, porque sin él no es posible realizar arte, aunque también es cierto que talento sin trabajo, es como un castillo de arena.

Tercera Lección

Una madre vale por diez padres
Un maestro vale por diez madres
Proverbio japonés
Pero hay artistas marciales y artistas plásticos que sí llegaron a través de los años y del duro trabajo a ser cinturones negros con mucho empeño y con el sudor de sus frentes, para ellos todo mi cariño y respeto. Hay otros que tristemente al llegar se durmieron en sus laureles, en sus cintas, y ya no crecieron más, se murieron en vida porque ya no tenían futuro.
¿Pero no pasa esto también con muchos de los artistas plásticos que conocemos, “Los Consagrados” Maestros que se autoerigen en sus propios pedestales y se aterrorizan de que otros artistas jóvenes puedan desplazarlos. ¿Pero quién desplaza a quien? Nadie desplaza a nadie.
Ed Parket, el creador del Tempo Karate, está convencido que un individuo llega a ser humilde cuando se da cuenta que la suma total de lo que sabes es poco. Esto es importante, evolucionar y no estancarse, ni quedarse quieto es el camino de las artes; nunca pensar que ya se ha llegado, siempre dar más, más y más.

Cuarta Lección
Bruce Lee “El Pequeño Dragón” nos dice:
El control de nuestro ser no es muy diferente al de la combinación de una caja fuerte. Una vuelta al disco rara vez abre la caja, cada avance o retrocesos constituyen un paso hacia el logro final.

Quinta Lección
La idea es el “team”, el grupo de compañeros del Dojo, el equipo que marcha codo a codo, sin importarnos el color de la cinta, ni los galardones, ni el currículo; que nos movamos en bloque para lograr mejores resultados. Esto es lo ideal, pero es lo que no hacemos. Vivimos en competencia y las competencias son eventos deportivos… pero en el arte NO se compite.
El gran ejemplo de proyectarse en grupo lo tenemos en los artistas brasileños y cubanos, aquí las palabras sobran pues ellos comprendieron lo que era “el grupo” sin atentar contra el trabajo individual.
Los mexicanos, pro su parte, están muy unidos y muy orgullosos de sí mismo y de su cultura. Ellos comprendieron y pusieron en práctica la idea de la fuerza de “el bloque”.
Nosotros, los artistas venezolanos, cada vez estamos más desunidos y lo que es peor aún, peleándonos entre nosotros mismos. No entiendo porqué en lugar de trabajar conjuntamente y ayudarnos los unos a los otros, nos dedicamos a degradarnos y atacarnos mutuamente. Basta que un artista logre un poco de éxito y se desate la envida, siendo nosotros mismos, sus compatriotas quienes lo destrozamos con nuestra critica hiriente. Visitamos luego las exposiciones de arte no como colegas sino únicamente para ver en donde está ese algo equivocado para entonces lanzar los peores comentarios.
Pareciera como si quisiéramos que nadie se destacara. Tengo una imagen casi apocalíptica de unas personas queriendo salir de un hueco lleno de fango y otro grupo de personas que las halan de vuelta al fango para que no salgan.
Esto parece una pesadilla… pero es muy real.

Sexta Lección
Por otra parte, adoramos todo lo que viene de Paris, Londres o Nueva York ; otros se deleitan con un pensamiento mayamero mientras detestan todo lo que “huela” a venezolano; (sólo sirve de acá, lo que se parezca a lo de afuera) en pro de una globalizaron nos olvidamos de nuestras propias raíces, pero sin raíces el árbol por mas alto que suba al cielo, se caerá con el mínimo viento.
Pienso que hay que afianzar nuestras raíces y nuestra cultura, ojo, porque no estoy hablando aquí de folclorismo sino de nuestra esencia.
Estoy convencido que ha llegado la hora en que crezcamos como árboles bien plantados con nuestras ramas al cielo, pero a sabiendas que un árbol solo no hace un bosque y un bosque es lo que queremos, todos juntos como hermanos… porque los venezolanos tenemos con qué.
Hay que cambiar de actitud hacía nosotros mismos y hacia nuestras camaradas artistas. Tenemos que ser guerreros de un mismo ejército y no atacamos los unos a los otros. Tenemos como futuros habitantes del reino de Dios que empezar ahora mismo a vivir como tales; hay que tener un “norte” en la vida para no dividirnos.
El camino al esclarecimiento y la realización personal, debe ser ese “Norte”.
Los pensamientos tontos y las añoranzas de cosas insulsas solo alientan un espíritu de inconformidad… en el invierno deseando el verano y en el verano deseando el invierno.
Si somos mejores como individuos, pro ende mejoraremos como grupo y mejoraremos nuestro país.
Hay que combatir con fuerza, pero el verdadero combate es el de la guerra inferior, contra nuestros propios defectos y errores; la lucha diaria es contra el verdadero enemigo “el ego” si le damos batalla al ego empezaremos a ver nuestro “prójimo” como “prójimo”.

Séptima Lección
Que persigamos algo apasionadamente no siempre significa que realmente lo deseamos, ni que tengamos una actitud especial para ello. Frecuentemente lo que perseguimos más apasionadamente no es más que un sustituto de otra cosa que realmente no es más que un sustituto de otra cosa que realmente deseamos y no podemos tener.
Normalmente es cierto afirmar que la consecución de un deseo excesivamente anhelado probablemente no aplicará nuestra persistente ansiedad. En cada búsqueda apasionada cuenta más la persecución que el objeto perseguido.
Bruce Lee.
El Tao del Jet Kune Do.

Octava Lección
El mundo tal y como lo conocemos ahora y lo hemos conocido hasta el día de hoy, ha llegado a su fin, pero no es el fin de la humanidad sino de una etapa que tenia que pasar. Son muchos los místicos que anuncian la proximidad de una era de paz y desarrollo personal que tenemos que vivir.
Se habla de un cambio tan profundo que significará una diferencia total con el mundo que actualmente conocemos: este cambio nadie podrá impedirlo.
De hecho, ya hay mucha gente que ha empezado a sentirlo y otros han comenzado desde ya a participar de un despertar espiritual.
Esto me hace pensar que el nuevo mundo y la nueva era ya están aquí.
Somos cuerpo, mente, conciencia, alma y espíritu tratando de entender el caos de información que nos rodea.
Aunque existan guerras, hambre, violencia, injusticias, contaminación y locura, aunque se piense que lo único que reina aquí es la era del pánico y de la locura, prefiero sumarme como artista plástico y artista marcial al grupo de los espiritualistas que ven con optimismo el futuro inmediato de la humanidad. Prefiero ver el triunfo de la luz sobre las tinieblas, así se está una idea casi cinematográfica.
Algo está pasando ahora mismo, hay que interpretar el momento en el que vivimos, hay que vivir y hacer arte acorde al espíritu del momento. Paulatinamente y en algunos casos drásticamente nos iremos incorporando a esta “nueva era”. El quehacer diario en nuestros talleres de los “Katas” de Karate en el Dojo. Solo así, movimiento tras movimiento, con mayor intensidad desde ahora, pues es el momento de usar la esencia de las artes marciales, “El Kime”: ese ataque explosivo contra un blanco usando la máxima potencia en el tiempo mas corto posible. Entonces no habrá medias tintas y se eliminaran los grises y una fuerza empujará a la otra. El Yin y el Yang girando sobre sí mismos cual fuerza indivisible… pura energía.

Novena Lección
Dentro de las profundas sombras de la cultura humana se esconde la semilla de la destrucción. Hay que tener conciencia de que sea semilla está allí y hay que aprender a vivir con ella, peor nunca dejar que germine… eso sería fatal. Esta es nuestra sabiduría: poder escuchar al maestro interno que todos llevamos dentro y mantenernos alertas y en guardia.
Hace muchos años leí un pensamiento de un santo cristiano (que no recuerdo en estos momentos quién era) que decía:
No puedo evitar que los pájaros vuelen sobre mi cabeza, pero sí puedo impedir que hagan su nido en ella.

Décima Lección
¿Se puede aprender fácilmente Karate en diez lecciones?
¿Se pueden aprender fácilmente las artes plásticas por correspondencia?
Estas preguntas con sus respuestas las dejo en el aire.
Pienso que hay cosas mas importantes en las cuales pensar ahora.
Pienso que la décima lección la deberíamos escribir todos juntos.

Como decía Yoda al despedirse de Sky Walker en la Guerra de las Galaxias: Que la fuerza los acompañe.
Léase “fuerza” como “energía”
Con Dios
C.Z.